Ya en el río Amazonas, Javier y Manu viven la experiencia de remar luchando con las olas y bajo una tormenta de lluvia y viento.
Pero tras la tempestad llega la calma y con ella el bochorno, las moscas y las hormigas gigantes.
Por fin, consiguen llegar a una comunidad bastante grande, pero poco habituada a recibir turistas...
Deciden continuar viaje y tomarse un descanso. En Leticia, una ciudad colombiana, descubren el espectacular Parque Santander y el ritual de millones de pájaros al atardecer.
Tras recuperar fuerzas, continúan descendiendo el río hasta llegar a unas casas flotantes donde conviven con pescadores de la zona que les enseñan su “particular” método de congelar el pescado.
A menos de un mes de llegar a Manaos, los aventureros están muy cansados. Las fuerzas empiezan a flaquear.